No se la pongan a Conga

La vaca ya no se acuerda de cuando fue ternera. Cuando, el entonces candidato, Ollanta Humala estuvo en Cajamarca, ofreció a los pobladores de Conga ponerle un alto a la minería. Ponerle un alto al abuso. Ponerle un alto a un estado indiferente y prepotente. Ponerle un alto a la inequidad social. Hoy como presidente parece haberlo olvidado.

Cuando Humala se ciñó la banda presidencial, en ese preciso instante, mientras miraba el Hemiciclo Mayor del Congreso de la República totalmente de pie aplaudiéndolo y buscaba con la mirada a su amada Nadine, dio su último respiro como nacionalista y se dio cuenta que no podría llevar a cabo el proyecto extremista que propuso los últimos 10 años. De su juego de lineamientos, parámetros, objetivos, ayudamemorias, o como fuera que se llamaron sus múltiples proyectos de gobierno, sacó una política de derecha, favorable para la estabilidad económica, la cual aplicó al tomar funciones.

La primera actividad económica en el país es la minería. Como tal, toda política derechista y anti nacionalista debe poner las nachas a su servicio. Humala con polo blanco es prominero. "Preocuparte no debes" se le escucha decir entre sueños, afirma Nadine. El capitán Carlos quiere minería en Cajamarca, eso es evidente. Pero ¿qué pasó? ¿Se olvidó tan fácil su promesa electoral? Poderoso caballero es Don Dinero, canta aquel verso del siglo de oro.

¿Qué pasa con Conga? Según el Estudio de Impacto Ambiental, pedido y pagado por los propios mineros, se pone en evidencia la necesidad de secar completamente cuatro lagunas naturales, acabar con su bio entonro y echar desmonte en ellas. Pero no se preocupen, los mineros son buenos, van a construir cuatro piscinas gigantes en sustitución ¡Viva la minería "formal"! ¡Chapen el bronceador y a subir al tobogán!. Además de este tema, que ha resultado el más controversial, la explotación minera en el Perú es híper contaminante por la falta de fiscalización del estado.

Como todas las actividades económicas del país, la minería vive de la cutra, del lobby, de los faenones, de la corrupción. Esto deriva en un problema de informalidad que pone en peligro la seguridad de quienes se encuentran cerca a las zonas de explotación. Casos como el de Choropampa nos muestra el peligro que significa el encontrarse cerca a una mina o a su ruta de acceso. Los Estudios de Impacto Ambiental traen como requisito una consulta previa, ¿Dónde está la de Conga? No nos hagamos tarugos maistro.

Llevando el tema inicial a una ejemplificación bastante simple: si mañana alguien descubre oro o petróleo en mi jardín y yo no quiero explotarlo, no voy a permitir que nadie me fuerce o coercione a ello. No voy a permitir que exploten petróleo mientras yo vivo al lado. No voy a permitir recibir toda la contaminación que esta explotación significa. Y tengo todo mi derecho a hacerlo.

Hace unos años, se vio la necesidad de elaborar un muelle en el balneario de Ancón. Dicha playa se caracteriza por el hecho de ser frecuentada por personas de alto nivel económico y trascendencia política. Según la conclusión de estos veraneantes, quienes visitaban Ancón los fines de semana, durante dos meses de verano, el muelle les malograría la playa y terminarían cantando adiós verano con Los Iracundos. Como los medios económicos no faltaron, se juntó a una masa de pobladores de la zona pobre de Ancón y por un kilo de arroz se les obligó a protestar encontra del muelle, afirmando que eran pescadores artesanales y que su construcción malograría su actividad económica. Esta fue la excusa perfecta para que el estado ceda y no se construya nada.

En Ancón si se escucha a la población y cuando toda una región está en contra de una mina, ¿no se le escucha? ¿O hay ciudadanos de primera y segunda categoría como afirmaba el ex presidente García?

Que se ponga los pantalones la presidenta Nadine, perdón, era Ollanta el presidente, verdad. Basta de abusos contra el pueblo. Los minerales no se mueven, si en unos años la opinión es otra y se ve por conveniente explotar, se hace sin problema. No vendamos nuestra ideología a la primera empresa extranjera que abra la billetera.

Como reflexión, les dejo una carta del jefe indio Seattle de la tribu Suwamish al presidente de Estados Unidos Franklin Pierce.